Hijo de diplomático peruano y madre francesa. La profesión de su padre, su formación artística y su trayectoria le han llevado a vivir en diferentes países, sin perder nunca sus raíces peruanas.
En España estable vínculos con el grupo surrealista, especialmente influenciado por la visión del movimiento que tenía Salvador Dalí, con quien compartió una gran amistad.
Del Surrealismo al Realismo Mágico, las obras de Carlos Revilla están cargadas de símbolos que nos hablan de su mundo interior. Su pintura también se caracteriza por el erotismo y la particular presencia de la figura femenina como podemos ver en esta muestra. Retratos y figuras que se fusionan con otros elementos, ya sean tecnológicos, formas orgánicas o paisajes, y que vemos con apariencia de total normalidad.