Artista naif, autodidacta, comenzó su carrera artística sobre los años 60.
Sus obras no se identifican con ningún estilo en particular, retratan enormes y coloridos personajes cómicos. Ella tiene el don de atraer la atención sobre nuestras debilidades humanas y las cosas divertidas de la vida.
Beryl Cook crea sus obras de la vida diaria, situaciones divertidas y sus diversos viajes. Las figuras en sus cuadros y situaciones son tan humanas, que es imposible resistirse al humor subyacente de su pintura y el espectador necesariamente esboza una sonrisa.
"No sé cómo mis cuadros se crean, simplemente lo hacen. Ellos existen, pero juro que no puedo explicarlos”.